MIEDOS
El miedo se prendió un día,
cuando ráfagas de hielo
inundaban las cercanías del alma,
y la zozobra y el llanto
hacían nubes de tules
en las fronteras de los sentidos.
Los ojos preñados
de una tela oscura.
De esa que opaca la vida
Cuando el lloro no nace del todo.
Noches sin amanecer.
Oscuridad suculenta al desvarío.
Eso se presume con el miedo.
Eso que se queda en el vacío.
Que no se esconda el miedo en tu corazón,
Porque llenará la pupila de angustia y desespero,
Y, quien te mire, verá un espejo roto y desdichado
Donde no querrá jamás mirarse.
M.V 28-5-2010
Para mi el miedo, en todas las situaciones, es ignorar lo que nos va a deparar ese temor.
ResponderEliminarGracias a que la vida nos está dando siempre lecciones que debemos aprovechar y como tú dices, María, no escondamos el miedo, sino todo lo contrario, debemos enfrentarlo.
Gracias María, me ha gustado.