lunes, 20 de enero de 2014

UN DÍA MORIRÉ





( foto: anhelo seguirte  de María Cañas)


Un día moriré 
y nada quedará de mí.

Cuando llegue ese día
habré alcanzado mi meta.

Mientras tanto,
que mi voz y mi recuerdo
sirvan sólo a un propósito:
el de llamar a los hombres
a volver a Su Señor.

¡Oh mi Dios!
De la mano me llevas hacia mi destino.

¡No me sueltes nunca!

Aún cuando esta niña traviesa patalea y se distrae,
protégeme de mi misma y nunca me abandones.
Con lágrimas te lo ruego: Permíteme volver a Ti. 

Maria Cañas "Marie"

1 comentario:

  1. Precioso poema convertido en oración o preciosa oración hecha poema. Si en algo se me permite discrepar, sin que ello empañe la belleza de los versos y la hondura del sentimiento, sería ese segundo verso: "nada quedará de mi".
    Si Dios nos lleva de la mano a nuestro destino y ese destino es El, quedará de nosotros todo, pues nos habremos fundido en el Amor.
    Te felicito por tan bello poema. Saludos. Jesús.

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