Como un cuchillo el tiempo
va cortando la parte señalada
de la vida…
Lo mide el reloj
Y poco o nada nos importa
cuando somos jóvenes su consumo
El reloj no para,
no cesa de latir, sigue su curso,
¡Nada lo detiene!
Y si su mecánica se daña,
el tiempo sigue
porque el reloj
sólo mide el tiempo
es el contador de nuestras vidas,
nuestros ratos;
nuestras alegría, nuestras tristezas
¡En esta veloz carrera hacia la nada!
A mí, el tic tac del reloj
ya no me preocupa,
hubo un tiempo que sí
pero ahora,
como cuando era joven
¡Le he perdido respeto a la esfera
Y asco a tanta precisión…!
¡En lo que me queda,
En mis últimos momentos
No quiero prisas, ni contadores!
Badajoz 15/9/2013
José Manuel Ferrera Boza.
Bello!!!
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